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2024

Tomás M. Hoffmann

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WITZEND (*)

Tomás Hoffmann

Un amigo, también gustoso de The Big Bang Theory, me comunicó y permitió disponer de sus relatos.
Él tenía esta idea: hay sentidos del humor. Así ocurría entre él y su hija adolescente. Duchados en las mismas diferentes lenguas, pasaban por momentos de una a otra mediante juegos de palabras, equívocos, traducciones traicioneras tendenciosas. Era condición suficiente, aunque no necesaria, que un 3. no entendiese rápidamente que un "Throw me the ball!" aludiese a su compulsión de que le diesen bola, ya! O… que le alcanzasen el bol; y se convertía en un "through me the ball" que atravesaba cualquier sentido. Momentos de sinsentido en el sentido compartiendo además suficientes inhibiciones y Superyó para que la risa fuese liberadora en lo que Lacan llamó la 'altiva alteridad' del chiste.
Lo más notable era que, siendo sólo cuestión de palabras inesperadas, tras un breve hueco, se generaba en el otro una réplica inspirada en el primer equívoco, que a su vez inspiraba a otro que a su vez...hasta que después de 3/4 circuitos, agotados los ingenios, cada uno por su lado sabría que, de ellos, se harían dos. Encontrarían así su límite y sus partidas en esta pequeña particular parroquia, más bien sinagoga, que se iría presentando como Unsinn-ahoga, 1. de risa, luego de amor y luego de otra Cosa. Las lenguas que parecían servir al diálogo, mezclaban ingredientes de lenguaje y lalengua en dosis aproximadas; consonando con su inconsciente.

Los cuerpos agitados: la risa incontenible, signo de goce de uno y de otra uno. Pero...ese saber hacer 'compartido' con los equívocos; ese dar lo que no se tiene en las ocurrencias imprevistas, esas interpretaciones cruzadas evocaban a las palabras que hacen el amor (Breton); siendo el amor siempre recíproco (Lacan). El 3. incluido/excluido componía la trama. ¿Demasiado entramada?
El desgarro provino de otro desgarro: la hija, ya veinteañera, fue dejada caer estrepitosamente por su novio (bendecido por el padre). Un agujero que condujo del vértigo al pasaje al acto apenas evitado por varios acting outs que la sostuvieron durante un cierto tiempo indujeron a que cada miembro de esa familia consultase, con suerte muy diversa, a varios analistas. El chiste se había terminado. Una certeza para mi amigo: si su nivel de desgarro y de angustia era tan alto, lo que se había desnudado/desanudado era para él un lazo demasiado relevante.
Brevísimos puntos de su historia; en principio erróneamente desdeñada por su entonces analista, en aras de que ese contexto sólo velaba el cómo había llegado el consultante hasta allá. Una hermana fallecida; un duelo casi renegado; familiares deportados y asesinados en la II guerra y tres lenguas diversas lo habían recibido en su venida al mundo. Sin saber cuánto se debió al análisis o a su interrupción; la vía del ordenamiento simbólico, de las explicaciones, de algún intento de chiste, no tuvieron el valor de lo que fue alentar una disciplina que requería silencio y destreza en su quehacer. Iba cicatrizando el desgarro; con tejido menos jocoso. Se iban reanudando, de modo distinto, las conversaciones.
Mi amigo, el aquí llamado padre, interesado en otro análisis, después de tiempo pudo ubicar, mediante pesadillas y recuerdos, que había 'elegido' una mala vía, un falso enlace, para hacer con sus tempranos

trauminfantilismos. Allí tuvo que ingeniárselas como pudo con la referida ducha casi simultánea de tres lenguas referidas a situaciones personales que conllevaban traumatismo adicional: emigraciones forzadas, violencias geo-linguisticas. Tuvo que jugar con eso; pero en un terreno de juego impropio de interpretaciones.
Pues, atravesado un umbral de ruido, casi no se puede no interpretar. Quedará un ruido remanente, u otro límite más refinado: una cifra indescifrable, un nombre propio. Pero si al interpretar no se interpreta desde un discurso es un caos; cuya interpretación mínima es, desde hace tiempo para el análisis: toda interpretación fuera de contexto es una agresión. Lazo social paranoide que subyace y emerge fácilmente donde sea.
Los chistes son una interpretación. Pueden ser remedos de lazos sociales con gracia. Los chistes particulares de una parroquia pueden llegar a ser contingencias necesarias para poder sostenerse y sostenerla; hasta cierto punto. A veces basta con una sagacidad, una fina detección de sentidos del deseo del Otro para provocar el sinsentido precalculado del chiste o la docilidad de una joven para enganchar ese deseo. Fue el caso de la hija: identificación por participación en el goce, por amor al padre. Otra cosa, distinta, son las ocurrencias solitarias que evocan en mayor grado el acontecimiento de goce en una exclamación de adquisición de lalengua (El '¡Lizmente!' de Leiris al constatar que su soldadito no se rompió; el 'Bazinga!' de Sheldon en 'The Big Bang Theory' donde esta expresión de goce en sí misma, recién toma 'sentido' en un 2. tiempo). Estas ocurrencias, o invenciones solitarias, que pueden hacer reír sólo a aquél que las experimenta, se tornan a veces insoportables en cuanto ponen en evidencia que el Otro no existe y evocan traumatismos. Y
entonces exigen colectivizarse: calmarse.
Pero ¿qué hizo el llamado padre con el arreglo sutil, satisfactorio e impropio para tramitar los trauminfantilismos en su partenaire ideal?: No hay quien interprete igual. Primero eso: saber que no hay quien interprete igual.
Luego: ¿renuncia a este juego de equívocos con su hija? Cada tanto constata que es imposible; ella ya no responde del mismo modo y hace otros. Mencionaré uno:
Hay, en diversas lenguas, lo que se reconoce fácilmente como humor y chistes judíos. Un rasgo saliente es esa capacidad que tienen para reírse de sí mismos: siempre y cuando las bromas provengan de sí mismos.
Después de tiempo, la hija presentó al padre a aquél con el cual había decidido contraer matrimonio: un muchacho cordial, sagaz, y de extraño sentido del humor con el que festejaba y armaba chistes: un árabe.
A mi amigo eso le pareció un buen Witzend. Yo, sin entender mucho, sospechándole una salida a sus AuschWitz, sonreí. Las amistades se construyen.

Tomás Hoffmann

(*) Neologismo de significaciones tentativas antónimas: 1. Chisteante. 2. Final de chiste.
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